“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”, Articulo 1, de la declaración de los derechos humanos.
Y así nos deja el primer artículo dándole la mayor importancia a nuestra razón y consciencia. Esta es una invitación a todos en el mundo, especialmente en Nicaragua, a seguir fuertes con la luz de la razón para guiarnos durante este camino a la libertad.
La obra que realicé muestra un ser humano fuerte, que, a pesar de su sufrimiento, opta por conectarse con su conciencia, esa Luz que nos conecta a todos por un propósito mayor.
Que el Azul y Blanco de esta obra, nos ayude a fortalecer nuestra identidad nicaragüense y prepare a enfrentar el presente con respeto y fraternidad.
Decidí, en medio de este contexto doloroso para Nicaragua, ser a través de mi arte, un extremo positivo plasmando nuestro anhelo de libertad, unión y justicia.
Pese a la represión, nada ni nadie puede romper nuestra consciencia, ni nuestros derechos humanos, que son irrenunciables… universales.
Los que actúan con mal y odio hacia sus propios hermanos, reflejan su falta de consciencia, razón, y luz en sus vidas.
Esta imagen está llena de emoción, donde el humano cierra los ojos para conectarse con su poder más alto y actuar con sabiduría, como lo demanda nuestra amada Nicaragua.
FUERZA!!!